sábado, 25 de septiembre de 2010

Dragon ball : Raging Blast


El juego adapta la fórmula de los Tenkaichi sin aportar apenas novedades, más allá de unos nuevos ataques en los que iremos enviando al adversario de un lado al otro del ring. La mecánica, de hecho la que mejor ha logrado representar los combates de la serie, es casi la misma. Una vista en tercera persona enfoca la acción, controlando nosotros a un personaje que se mueve en función de donde está su enemigo. Tenemos libertad para movernos por el escenario corriendo, flotando, volando o esprintando, y así poder sorprender a nuestro enemgo, atacarlo en carrera o desde lejos, y otros movimientos más específicos como intentar rodearlo o atacarlo por detrás. Nuestro enemigo está exactamente en la misma situación, y para que uno doblegue al otro tendrá que usar ataques cuerpo a cuerpo, esquivar o bloquear los del enemigo, lanzar ataques de chi y, por supuesto, usar las super técnicas por todos conocidas y que pueden inclinar dráctica -y dramáticamente, cinemáticas incluídas- la balanza del combate a nuestro lado.
No hace falta decir mucho más de la dinámica de los combates; los que conozcan el juego no lo necesitan, y los pocos que no lo conozcan no la entenderán por mucho que la expliquemos hasta que lo jueguen o lo vean en movimiento, con todos los respetos. Sigue siendo una gran representación de esos combates frenéticos, llenos de evasiones en el último momento, super técnicas tras una secuencia de golpes y momentos de lucha intensa, y la novedad comentada anteriormente los hace todavía más parecidos. Ahora podremos lanzar a nuestros enemigos tras un ataque, y continuar enlazando golpes, apareciendo detrás, o debajo, o encima de él para darle otro golpe y lanzarlo a otro sitio, y así continuar hasta que nuestro enemigo se zafe de nuestras "garras", o concluyamos la combinación de golpe de la forma que Goku aprobaría: con una gigantesca onda de energía que termine de minar la salud del rival.

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